Lejos del tabú que tenían hacen años, los juguetes sexuales para disfrutar de momentos de placer en soledad o en pareja forman parte ya de nuestras rutinas. Y no es que lo digamos solo nosotros. Es que también lo ha dicho un estudio realzado por Amantis, una conocida tienda erótica que ha estudiado cuáles son los juguetes sexuales más comprados por los españoles, y qué tipos de juguetes usan dependiendo de la zona de España en la que viven.

Según este estudio, el vibrador es el juguete sexual favorito de los españoles, aunque curiosamente, no está entre los productos más comprados. Quizás porque hay productos que tienen menos durabilidad y que hay que reponerlos antes. En este sentido, el estudio asegura que a la cabeza de ventas se encuentra el lubricante de agua, seguido, ahora sí, de vibradores, y de lubricantes anales.

Por Comunidades Autónomas, el estudio afirma con contundencia que los madrileños son los más interesados en descubrir sensaciones nuevas en la cama, o fuera de ella, claro está. Según este estudio, los madrileños son los que más gastan en juguetes eróticos, con una media de 12 pedidos por cada mil habitantes. Lo que igual no tenéis muy claro es qué es lo que compran. O si lo imagináis, probablemente no acertéis, ya que los arneses sexuales arrasan en la capital del país, junto a dildos y vibradores anales.

Las comunidades de Asturias y Cataluña están a la cabeza en compras de lencería de cuero. En Cataluña también hay pasión por los dildos dobles y por los vibradores realísticos. En cambio, en Castilla La Mancha y Comunidad Valenciana uno de los productos estrella son los desarrolladores de pene.

En el lado contrario, de la Comunidades Autónomas que menos gastan, destacan Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla, con una media de 3 o 4 pedidos por cada 1000 habitantes. Aún así, estas zonas tampoco están a salvo de la lujuria y del placer. En el caso de Melilla, entre los productos más demandados están los complementos para azotar, además de la lencería, los lubricantes de sabores o los aceites para dar masajes. En la vecina Ceuta también son aficionados a los instrumentos y aceites de masaje o a los productos para mejorar el rendimiento sexual. En Canarias, el producto estrella son los vibradores con rotación, mientras que en Extremadura, el producto estrella es el vibrador anal realístico.

Ya ves que dependiendo de la zona en la que vivas, triunfan unos juguetes sexuales u otros. Lo que no cambia, eso sí, es el morbo y las ganas de disfrutar del sexo que tenemos en todo el país.

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¿Eres activo pero hay pasivos que se te resisten o que se te han quejado alguna vez? No te preocupes, hoy vamos a darte unas cuantas pautas para que seas un activo perfecto.

1.Dale importancia a los juegos previos. Lo de llegar y meterla a saco no mola. Cúrrate el ambiente, besos, caricias, unos cuantos magreos, alguna mamada… Crea la situación adecuada para meterla cuando tu chico esté caliente y deseoso de ser penetrado.

2.Preservativos y lubricante. Imprescindibles. Si vas a meterla, no lo dudes. El preservativo, como medida de protección. El lubricante, ya sabes, te ayudará en la labor de penetrar. Sobre todo si a tu pareja le cuesta dilatar o si tienes un pollón de esos que dan miedo y se parece más a una tuneladora para abrir una línea de metro que un órgano sexual.

3.Comienza poco a poco. No hace falta que se le metas el pollón de golpe y sin avisar. Cúrrate su agujero del placer. Juguetea con la lengua, mete algún dedo… permite que su esfinter se vaya aclimatando poco a poco, despacito y sin brusquedades al principio. Pregunta a tu pareja si le duele,si va bien… Y una vez que tu pareja se haya aclimatado a tenerla dentro, puedes empujar todo lo fuerte que queráis ambos, cambiando el rimo para aumentar la excitación.

4.Atento a los movimientos de tu pareja. Además de disfrutar tú como un cosaco, observa también los movimientos y getos de tu pareja. Aunque él no diga nada, podrás ver si siente dolor en algún momento, o cuáles son las posturas en las que disfruta más.

5.Cambia de postura. Aunque una postura te ponga mogollón, piensa también en el otro. Cambia de postura, y busca aquellas posiciones en las que también disfrute él. En la variedad está el gusto.

6.Intenta correros a la vez. No hay nada más placentero que correrse dentro de alguien viendo como ese alguien alcanza el orgasmo de forma simultánea. Si te corres antes, no la saques y te marches corriendo a la ducha. Ayúdale a terminar de una forma placentera como seguro que sabes…

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Pese a que más vale maña que fuerza, y que todo depende de cómo se use, en el imaginario colectivo el tamaño de la polla es un motivo de preocupación para muchos. De hecho, hay muchos hombres acomplejados porque creen que su pene es pequeño (aunque realmente no lo es tanto), y evitan mostrarse desnudos en los vestuarios de gimnasios, o que no quieren oír no hablar de las playas nudistas.

Realmente, la gran diferencia se ve cuando las pollas están en reposo. Luego, en gran parte de los casos, las pollas se igualan al ponerse en estado de erección, ya que las más pequeñas se inflan más al entrar en erección, mientras que muchas pollas grandes en reposo, solo crecen un poco como normal general. Esto es provocado porque existen dos tipos de polla, las de carne y las de sangre.

El pene, como bien sabemos todos, es un órgano cavernoso que responde a los estímulos sexuales. Y ante dichos estímulos, o ante la excitación que nos provoca un macho que nos gusta, o ante la idea de pasar una noche en cualquiera de pasar un buen rato en un cuarto oscuro, en una cama de agua o en una playroom, la sangre llena las cavernas del pene, provocando que el pene aumente de tamaño y que se ponga dura.

De esta manera, mientras que los penes de sangre son aquellos que cuando están flácidos tienen un tamaño más bien pequeño, los de carne tienen un gran tamaño en las mismas circunstancias. En cambio, cuando el pene de sangre se encuentra en estado de excitación, la sangre hace que aumente enormemente, pudiendo crecer hasta tres veces el tamaño que tiene en reposo. En cambio, un pene de carne suele crecer mucho menos cuando se excita, ya que sobre todo, lo que hace es ponerse duro.

Sin duda, estos últimos penes son mucho más vistosos para marcar paquete en vestuarios, playas y en saunas gays, pero los penes de sangre pueden dar una auténtica sorpresa en muchos casos. Aún así, también puede haber casos en los que un pene pequeño no crezca mucho ya que los depósitos para la sangre son estrechos y no entra demasiado sangre, o al contrario, penes grandes que tengan muchos y anchos depósitos de sangre que provocan que estos crezcan mucho más.

Y tú, ¿cómo tienes la polla? ¿De sangre, o de carne? Sea como sea, recuerda que el tamaño no importa a la hora de dar placer sexual a tu pareja.

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