EDGING: LA TÉCNICA SEXUAL PARA TENER ORGASMOS EXPLOSIVOS

Si estamos disfrutando de una buena sesión de sexo con uno de esos machos buenorros que tanto nos ponen ¿No te gustaría prolongar un poco más la situación? El edging nos ayuda a conseguirlo.

Esta técnica consiste en rebajar la tensión sexual cuando notas que se aproxima el orgasmo. Esto viene bien cuando quieres que la cosa no se acabe, o también si tienes eyaculación precoz.

Edging, en inglés, significa orilla o borde. O lo que es lo mismo, quedarnos al borde del orgasmo. En ocasiones cuesta, porque con las ganas y la emoción del momento, las ganas de corrernos nos pueden. Pero el esfuerzo merece la pena, porque si nos detenemos rozando el límite y retardamos el orgasmo, cuando lo alcancemos este va a ser la bomba.

Puedes hacerlo solo (para practicar), o en compañía. Y cuando notes que tu respiración se acelera y que tienes el pollón a punto de estallar, para. Puedes aprovechar para dar placer a tu pareja acariciando o estimulando sus zonas erógenas, o acariciándote tú mismo otras partes de tu cuerpo. Eso sí, tu polla, bien quieta. Deja que se relaje y que se alejen las ganas de eyacular.

Cuando notes que se te han pasado las ganas, ponte de nuevo manos a la obra. Sigue con la masturbación, o con la penetración. Si puedes, intenta parar alguna vez más.

Si consigues superar tus ganas de correrte ya y repites esta acción dos o tres veces, te aseguramos que cuando alcances el orgasmo va a ser superintenso.