Tienen una profesión envidiada por muchos. A fin de cuentas, se pasan horas disparando su cámara a modelos desnudos o semidesnudos con los que soñamos a diario. A través de sus ojos, captan la belleza masculina a la perfección, plasmando ese erotismo poético en sus reportajes. Sacan lo mejor de cada hombre al que fotografían, capturando la seducción masculina y esa belleza del cuerpo desnudo que nos atrapa.
Sí, hablamos de los fotógrafos que centran su arte en la belleza masculina. Fotógrafos como Andreu Mena, un fotógrafo catalán que nos sigue sorprendiendo con su trabajo, fotografiando con pasión y con perfección la belleza de los rostros de sus modelos, el morbo que destilan los cuerpos que fotografía, la hermosura y la virilidad de la anatomía masculina.
Fotografías que nos provocan envidia insana por la cantidad de machos que han pasado por su estudio, y sobre todo, por su capacidad de acercarse a la visión más íntima y cercana de la sexualidad masculina, transformando el desnudo y la exaltación del deseo en puro arte.
