Aunque sabemos que es más importante saber manejar una polla que el tamaño de la misma, no es menos cierto que en el imaginario colectivo gay, los pollones siguen deslumbrando.

Aunque no será la primera vez que ligas con un  macho, le echas una mano al paquete, o se quita el pantalón, y el monstruo que sale de ahí nos deja sin habla. Porque seamos realistas, las pollas muy grandes, no son nada manejables, y pueden causar más que una molestia si nos empeñamos en ser penetrados por ella.

Pero tranquilo, que si te topas en una noche de calentón con un pollón XXL, aquí tienes unos cuantos consejos para que la situación sea llevadera, y placentera ¿Comenzamos?

Los preliminares son importantes siempre. Y en este caso, más. La lengua, y los dedos, pueden ser unos aliados fundamentales para estimularte, relajar tus músculos y prepararte para recibir a tu amante en tu interior.

¿Lubricante? Por supuesto. No pienses que con echar un poco de saliva como pasa en las películas pornos gay basta. Elige un buen lubricante con base acuosa ¡En el mercado hay un montón de variedades!

Encuentra la posición más cómoda. Busca la postura más cómoda, y la que mejor se adapte a la forma de la polla de tu ligue ¿Frente a frente? ¿Tú encima? ¿El perrito? Hay mil y una opciones. Simplemente, tienes que encontrar la más cómoda para ti.

Poco a poco. Cualquier buen activo sabe que hay que meterla poco a poco. Pero si además, tu amante tiene un pollón XXL, lo de meterla poco a poco no es una opción, es una obligación. SI te duele, no dudes en decirle que pare. Marca el ritmo y no hagas nada que no te apetezca.

Y en caso de que al final la penetración no puede ser, recuerda que hay otras muchas formas de disfrutar y que no merece la pena empecinarse con algo. El caso es pasarlo lo mejor posible, de la forma que sea ¿Verdad?

Fotografías: Sean Cody

Probablemente, alguna vez has jugado al sploshing, aunque no supieras que se llamaba así. Porque, ¿quién no ha jugado alguna vez, durante una relación sexual, con un poco de nata, un poco de chocolate, unas fresas….?

Esta práctica fetichista se llaman sploshing, y consiste en esparcir alimentos o bebidas sobre el cuerpo para obtener placer sexual. Esta práctica es placentera, está llena de morbo, y además, permite salir de la rutina en la que caen muchas parejas.

Las opciones son múltiples. Desde las más comunes, como la nata, el chocolate líquido (hay gente que le gusta que esté caliente), el helado, cava, frutas, flan, pasteles, a alimentos más ‘incómodos’ , como una salsa, zumo, aceite…

Al margen de poner alimentos sobre el cuerpo, hay gente que también disfrutan metiendo esos alimentos en el interior de la ropa anterior… Porque como bien sabes, para gustos, los colores… Eso sí, una cosa es juguetear con alimentos que pones sobre el cuerpo, y otra, introducir alimentos en determinados orificios. Esta práctica sí que puede ser peligrosa porque pueden quedarse ahí atascados y lo que en principio era un juego, puede provocar que acabéis en el servicio de urgencias de un hospital.

¿Y tú? ¿Has jugado alguna vez con alimentos en un encuentro sexual? ¿Qué tipos de alimentos has utilizado o cuáles te dan más morbo?

El cáncer testicular es un problema que está ahí pero del que tampoco se suele hablar demasiado. Para concienciar sobre la forma en cómo hay que explorar los testículos para detectar esta enfermedad que va en aumento y que provoca 50.000 nuevos casos cada año en el mundo, esta actor porno grabó un vídeo que forma parte de una campaña de prevención del cáncer testicular creada por el estudio men.com y Border2Border.

En el vídeo, Johnny Rapid se quita la ropa (y cómo nos gusta verlo tal y como vino al mundo) para enseñarnos sin tapujo alguno cómo examinar nuestros huevos y detectar a tiempo este tipo de cáncer.

Con todo al aire (y cuando decimos todo, es todo), este actor porno gay se realiza una exploración de una forma muy sensual tras salir de la ducha (el momento momento para hacerlo, ya que los músculos están relajados).

Para hacerse esta autoexploración, lo mejor es ponerse frente a un espejo para poder observar posibles irregularidades en el escroto. En este proceso, hay que sentir el peso de los testículos, ver si han cambiado de tamaño (tampoco te preocupes si uno es más grande que otro, o cuelgan a diferentes alturas, porque eso es totalmente normal).

Lo importante es sentir irregularidades en la superficie de los testículos al tocarte con los dedos. Lo más importante es realizar esta autoexploración una vez al mes, acudiendo al médico ante cualquier anomalía que detectes.

Y por si no te ha quedado claro, o si lo tienes claro pero quieres disfrutar con la explicación (y con los atributos) de esta actor porno de Men.com, aquí te dejamos el enlace al vídeo ¡Es de lo más didáctico!

Las mujeres pueden ser multiorgásmicas. Y los hombres, también. Porque aunque no sea algo común (todos sabemos lo que suele pasar una vez que eyaculamos), es posible tener repetidos orgasmos durante la misma erección.

Normalmente, suele ser cuestión de proponérselo y de técnica. Sí, de técnica, porque tanto sexólogos como hombres que son capaces de alcanzar diferentes orgasmos dentro de un mismo acto sexual, inciden que el autocontrol y el fortalecimiento de los músculos pélvicos (se tensan al alcanzar el orgasmo) son fundamentales para conseguirlo.

Los ejercicios Kegel son perfectos para conseguir este fortalecimiento, y consisten en tensar estos músculos manteniendo el esfuerzo entre tres y cinco segundos, y relajarse, repitiendo este proceso varias veces (entre 10 y 20).

En esta carrera por ser multiorgásmico también es importante diferenciar entre orgasmo y eyaculación. Una cosa es el orgasmo, y otra eyacular. Intenta diferenciarlas al masturbarte ya que esa diferenciación te ayudará a ser un macho multiosgármico para prolongar tus momentos de placer. Es complicado, pero con práctica, se puede conseguir.

Fotogafía: Men.com

¿Qué sería de nosotros sin música? Con la música bailamos, nos relajamos, nos divertimos, nos acompaña mientras viajamos, mientras vamos a trabajar, al practicar deporte, y por supuesto, también mientras follamos.

Porque… ¿quién no ha puesto música de fondo para acompañar esa cita con ese tío que nos pone tanto? En una encuesta realizada por la plataforma en streaming Deezer junto a la sexóloga Tracey Cox los resultados son muy claros.

Un 60% de las personas que participaron en esta encuesta afirmaron que el ritmo de la música hace que mejore el sexo, un efecto que también consigue el timbre de voz del artista según el 50% de los encuestados.  Además, un 25% de los participantes afirmaron que la música les excitaba.

La encuesta también señalaba que un 30% de los encuestados preparaba una atmósfera agradable utilizando la música, superando al uso del alcohol (15%), beber vino (13%) o comer chocolate (4%).

Respecto a los artistas que más gustan a la hora de tener sexo según los encuestados por Deezer, encabeza el ranking Marvin Gaye (27%), seguido por Lionel Richie (18%), Luther Vandross (16%).  John Legend (13%), Usher (12%), Frank Sinatra (12%), Michael Bublé (11%),  P. Kelly (11%), Bruno Mars (9%) y Rihanna. (9%).

Si hablamos de canciones, el listado de melodías más escuchadas a la hora de follar está liderado Let’s Get It On, de Marvin Gaye, seguida por Love to Love You Baby, de Donna Summer, Skin, de Rihanna, Drunk in Love, de Beyoncé, Sexy Back, de Justin Timberlake, Love Me Like You Do, de Ellie Goulding, Lollipop, de Lil Wayne, Need You Tonight, de INXS, Magic, de Coldplay, e Intro, de The XX-.

Y tú, ¿Eres de los que te gusta follar con música, o eres más de aquí te pillo aquí te mato?

Fotos: Falcon Studios

Todos hemos oído (o incluso protagonizado) historias de heteros que tras una noche borrachera, se han liado con un gay. En unos casos, porque son gays reprimidos y con el alcohol, sale su verdadero ser. En otros, porque el alcohol diluye los prejuicios y les hace llevar a probar cosas.

El caso que ahora, esta leyenda urbana ha sido confirmada por un estudio científico publicado en el Journal of Social Psychology en el que se estudia el comportamiento sexual de hombres y mujeres.

En este estudio (elaborado con 83 adultos norteamericanos), se mostró un vídeo que no llegaba al minuto de un hombre o una mujer atractivos bebiendo en un bar. Los encuestados tenían que valorar cómo de dispuestos estaban a tener relaciones sexuales con ellos. El caso es que de entrada, el estudio advirtió que a los hombres no les hacía falta beber demasiado para querer ligar con la mujer. Las mujeres, estando sobrias, no mostraron demasiado interés en ligar con el hombre.

Hasta aquí, todo más o menos normal para tratarse de un ambiente hetero del medio oeste americano. Lo llamativo de este estudio llega en el momento en el que las cantidades de alcohol ingeridas por los hombres comienzan a ser altas.

Cuanto más bebían los hombres, más interés mostraban ellos hacia el tipo que aparecía en el vídeo, incluyendo la atracción sexual. En el caso de las mujeres, al beber más, también se comprobaba que sentían más predisposición a ligar tanto con el hombre como con la mujer del vídeo.

El motivo de que se relajen esas barreras a la hora de ligar con ambos sexos tiene que ver con el consumo de alcohol, que reduce las inhibiciones y las ansiedades, llevándonos a hacer cosas que en estado ebrio no haríamos al superar los tabúes que todavía existen en nuestra sociedad en relación al sexo.