Esta semana, en la que se celebra el día mundial del sida, es un buen momento para recordar la importancia del uso del preservativo en nuestras relaciones sexuales para poder disfrutar sin problemas del buen sexo entre machos. Aprovechando esta fecha, y para poner de relieve el uso del condón, hoy queremos contaros aunque sea por encima algunas curiosidades sobre la historia de este sistema tan eficaz para evitar enfermedades de transmision sexual.
Realmente, aunque nos parezca muy moderno, el preservativo es un invento con muchos siglos de historia. Egipcios, griegos y romanos ya utilizaron preservativos. Eso sí, hay que tener en cuenta que los primeros preservativos eran muy rudimentarios, ya que fueron fabricados con tripas de animales ¡Sí, estas leyendo bien, nada que ver con el moderno latex lubricado que enfunda suavemente los pollones de tus parejas!
Con el tiempo, las tripas de animales fueron sustituidas por fundas de tela… Métodos la mar de rudimentarios, que comienzan a perfeccionarse a partir dellos siglos XVII y XVIII. De esta época, ya se pueden ver condones muy finos fabricados con tripas de animales, y cosidos por una de las partes para evitar que el semen de la eyaculación saliera al exterior, mientras que en el otro extremo había una cinta para ajustarlo a la base de la polla. Eso sí, estos preservativos eran tan caros, que los hombres de la época los reutilizaban varias veces.
A finales del siglo XIX ya podemos ver condones más similares a los que ahora usamos fabricados en caucho, con fábricas en países como Australia. En 1932, la empresa Durex comenzó a fabricar sus famosos preservativos en Inglaterra, y a partir de la II Guerra Mundial, el uso del preservativo dejó de ser perseguido en varios países. Desde entonces, su uso no ha parado de crecer, y en la actualidad, es sinónimo de sexo seguro para evitar enfermedades de transmisión sexual.
